¡Qué decir de Megalodón! Pues que es una típica película veraniega, para soltar unas risas, pero en esta ocasión nos encontramos a un Jason Staham muy adaptado en este tipo de papeles, y además unos muy buenos efectos especiales.
La historia está en que quieren ver si el llamado Foso submarino de las Filipinas es realmente tal, o realmente el suelo es en realidad un techo creado naturalmente por el humo constante de las chimeneas creadas de los volcadnes, de tal forma que en realidad la fosa de las Filipinas es mucho más profunda. Efectivamente, es así, y traspasan esa atmósfera y dan a un nuevo mundo submarino donde hay calamares gigantes, medudas fluorescentes muy extrañas pero para su desgracia, al perforar la atmósfera para entrar ahí y luego para salir hacen un tunel que dura unos minutos solamente, pero suficiente para que dos megalodones vayan a la superficie, la hija y la madre.
La hija se la consiguen cargar mediante inyecciones de un veneno especial anti tiburones, pero no se dan cuenta de que la madre también está en la superficie y quiere vengarse por la muerte de su cría, y este megalodon es aún más grande. Se lo cargan mediante un par de misiles que lanza al final Jason Staham en un mini submarino, y como lo hiere, decenas de tiburones normales se encargan de comérselo antes de que se recupere.
Interesante y graciosa película que recomendamos ver.