Ya empezó Operación Triunfo 2011. Ayer reconozco que vi algunas actuaciones mientras hacia zapping por el cúmulo de publicidad de las cadenas privadas, y me quedé pasmado ante lo mal que cantan todos; creo que se ha llegado a un nivel de perplejidad «artística» que no hay por donde cogerlos.
Pero eso no importa, ya que como no está Risto Mejide (lo más gracioso de la edición anterior al ver que la audiencia empezaba a bajar, y resultó como elemento «enganchante») está otra señorita también antipática y que se dedica a maltratarles, pero esta vez sin gracia, sino con mala leche. Pues muchas gracias; algunos de ellos de verdad tiene ilusión por ser algo y esta señora que se cree muy graciosa, se dedica a desmontar sus ilusiones. Muy amable.
Por otro lado, una vez más, una nueva fábrica de decepciones. Jóvenes que algunos de ellos quieren ser de verdad cantantes y no simplemente «famositos» para ganar dinero fácil saliendo en Sálvame se van a estrellar ya que el formato de edición de este programa ya está más que agotado. ¿Cuántos de Operación Triunfo recordamos que estén triunfando en estos momentos? Manu Tenorio, Bisbal, Bustamante (del que siempre lo nominaban para que se fuera pero lo salvaba en última instancia el público, dándole igual al programa si su técnica era buena o no…) y ya está, pues Rosa, ganadora de la primera edición, no se le oye nada ahora.
Y curiosamente, todos son los de la primera edición celebrado en TVE1. Ahora, otra edición tan fracasada como la anterior ya que, si recordamos, la anterior, tuvieron que suspenderse muchas galas y «bolos» ya que la gente no acudía. Es decir, decepciones para los que de verdad quieren hacer de su vida una vida de cantante y artista. Y esto está alimentado por el ego supremo de los profesores y el jurado, que saben perfectamente que nadie de ellos va a triunfar pero les gusta jugar a juzgar a la gente.
Lo que hemos dicho: una nueva edición de fábrica de decepciones para los que están cantando.
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