Twitter y Facebook permiten adaptar nuestro presupuesto a unas cifras que nosotros decidamos y a partir de esas cifras habremos de medir a cuántas personas hemos llegado y a su vez, cuántos de ellos han consumido o contratado nuestros bienes o servicios.
Ejemplo.
Nuestra Empresa llamada «A»
Inversión mensual en Facebook: 105 €
Inversuón mensual en Twitter: 60 €
Utilizando las herramientas que las propias redes sociales éstas nos indican:
Facebook
Alcance de la publicación 907 personas
Personas que han interactuado 334 personas
Incremento porcentual de «Amigos» 34%
Twitter
Impresiones de Tweets 331
Visitas al perfil 442
Menciones 114
Incremento porcentual de seguidores 31%
Las cifras que nos facilitan no definen exactamente si esas personas han consumido nuestros servicios o comprado nuestros productos. Por ello, cada vez que hagamos ventas debemos determinar el origen de un nuevo cliente o de la demanda de nuestros productos.
Si cada mes facturamos 5.099,00 € y tras esta inversión constante tenemos la siguiente evolución de facturación:
Mes 1 – 5.099,00 €
Mes 2 – 5.331,00 €
Mes 3 – 5.991,00 €
Mes 4 – 6.332,00 €
Mes 5 – 6.702,00 €
Mes 6 – 7.332,00 €
Si tomamos como referencia la facturación del «mes 1», hemos tenido un superávit de ventas de 6.193,00 € en los siguientes cinco meses dejando un incremento medio de 1.238,60 €.
Si nuestro gasto en redes sociales esos seis meses ascienden a 990,00 € y atribuimos, previo estudio, que el 45% de los nuevos ingresos proceden de las redes sociales (RRSS), nos quedan los siguientes resultados del estudio de ventas:
Superávit de ventas: 6.193,00 €
% de ventas por RRSS: 2.786,85 €
Inversión en RRSS: -990,00 €
Resultado por RRSS: 1.796,85 €
Conclusiones:
Este ejemplo es muy resumido y nos sirve para ilustrar el poder que puede tener una inversión meditada en redes sociales. En situaciones reales no es fácil relacionar o cuantificar qué ventas procedes directamente de las redes sociales.
Muchas veces, se usan las redes sociales como publicidad indirecta para que sepan dónde estamos, qué ofrecemos y para que puedan seguir como espectadores nuestra actividad. Incluso si no sabemos cuantificar las ventas online, nunca descartemos invertir algunas veces en este tipo de medios. Si vemos que mensualmente no nos podemos permitir invertir en redes sociales, pensemos si durante el año hay fechas clave donde podamos vender más o ser más competitivos y así poder atacar el mercado desde estos medios online.
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