Un tema candente y polémico que ha salpicado a toda la sociedad valenciana en estos últimos años es el proyecto de prolongación de la Avenida Blasco Ibáñez, que afectaría a la mitad o casi la mitad del barrio del Cabañal en Valencia.
El barrio del Cabañal, para aquellos que no vivan en Valencia y no sepan qué es, es un barrio típicamente marinero y típico de Valencia, en el que alberga un conocido mercado municipal. Es un barrio muy antiguo, donde antaño estaba incluso el primer campo del Levante. Es un barrio que desemboca en un precioso paseo marítimo y en la famosa playa de la Malvarrosa. Por desgracia, este barrio está muy degradado: muchas viviendas han sido ocupadas por Okupas y hay mucha delincuencia y drogadicción.
Por ello, el equipo de Gobierno de la alcaldía de Valencia ideó un proyecto que lleva en trámites hace muchos años, y es la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez, una de las arterias principales de la ciudad de Valencia, y que actualmente acaba cortada en la estación del Cabañal, de reciente creación, y al lado, el principio del barrio del Cabañal. Como la foto de portada indica, la idea sería destruir una serie de fincas degradadas y prolongarla hasta la playa.
La idea parece buena pero hay muchos detractores que opinan que como el barrio es considerado BIC, osea, Bien de Interés Cultural, en vez de demoler parte de este barrio lo que tienen que hacer es rehabilitarlo como una especie de museo de la ciudad. Incluso hay una plataforma llamada Salvem el Cabanyal en el que están intentando por todos los medio paralizar los numerosos derribos de inmuebles dentro del proyecto que, por cierto, le dieron luz verde después de muchos tribunales y juicios.
¿Por qué ha vuelto la polémica? Por que esta semana el Ministerio de Cultura ha dicho que se paralice el proyecto y dejen de derribar inmuebles por que se considera como expolio, y que se modifique el proyecto. Es decir, todo un toque de atención a Rita Barbera y su Gobierno. En cambio, en declaraciones hoy han comentado que a pesar de esto van a continuar con el proyecto ya que: 1) no le han notificado nada oficial y 2) el proyecto cuenta con el «beneplácito» del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Y aquí otra vez empezarán las tortas.
¿Qué opináis vosotros? ¿Es pura especulación urbanística o un buen proyecto para que Valencia siga mirando hacia el mar? ¿Es expolio o una manera de acabar con una serie de inmuebles que la mayoría están en ruina? Un barrio entero podría estar en peligro o dividido entre dos si prospera dicha prolongación. ¿Qué se debería hacer en este caso?