Colaboraciones Oconowocc: Colano
CAPITULO 2: KRALIN
El payaso Kralin amenazaba con saltar desde la ventana de mi subterráneo y así acabar con su desdichada existencia.
Nuestro amiguito que vino de los Carpatos, de nuevo se había excedido con su ya habitual desayuno a base de Palinka y berberechos.
¿Queréis conocer su historia?
Se cuenta por los mentideros payasiles, que en la remota región de los carpatos vivía un joven pastor de truchas llamado Kracisius Linpa, que harto de comer pescado y pelearse con los vampiros del lugar, decidió unirse a una trouppe de titiriteros, para conocer mundo y de paso ganar algún dinero extra.
Después de actuar en muchos pueblos y aldeas, decidieron acudir a la capital, ya que el líder del país se encontraba en visita no oficial bendiciendo al sufrido y sometido pueblo que tan rico le había hecho.
La actuación hubiese sido un éxito, de no ser por que al torpe muchacho se le ocurrió gastar una broma al primer ministro; La de la flor en la solapa que dispara agua .
El problema fue que la flor contenía acido gorrinico, que el joven patizambo había utilizado en una “blusca”… (Pelea de payasos) olvidando sustituirla antes de la actuación.
Antes de perder la mandíbula, el primer ministro grito: ¡desmembración!
Aunque la orden estaba clara, el líder, demostrando no ser el más listo de su casa, pidió al afectado que dejara de quejarse y vocalizara mejor.
Cuando por fin cesaron los quejidos, rugidos y bramidos, el líder decreto ostracismo para el entupido bromista… (Ostracismo significa deportación…Venga…que no lo sabíais, no os hagáis los cultos)… que acepto la sentencia con un sonoro cuesco (pedo, pelfa, llima etc…), fruto de las terribles mezclas culinarias a las que se sometía en los desayunos (leche condensada con anchoas, café con kepchup etc. etc…)
Aquella falta de respeto a la augusta presencia del soberano del país, motivo que el líder, con una mano cerrando sus aperturas nasales y con la otra, en un ademán que creo más piadoso omitir, fijara el lugar de su futura deportación allí, en la esquina del mundo.
Donde toda esperanza se convierte en frustración y toda alegría en lamento…No, no hablo de la oficina del paro… hablo de la: ¡Reserva de Payasos!