Qué descubrimiento ha sido esta serie: si la película fue bastante floja, esta serie está siendo muy buena e interesante y además, se parece un poco a «Los 100», ya que solucionan un problema y se meten en otro, peor.
La revolución que quieren hacer los llamados «colistas» va teniendo su fruto, y por fin se desvela el gran secreto de Madeline, y todos acaban enterándose de que es ella quien controla el tren y no el señor Wilford que según ella, murió hace años, antes del comienzo de la andadura del tren. La rebelión empieza y van conquistando vagón por vagón y convencen a los «guardafrenos» de que, si no se unen a ellos, que al menos les dejen pasar a los demás vagones de tercera, para convencerles de que se unan a la lucha (y lo consiguen) y van todos a por segunda y a primera.
El ejército no puede contenerles por que además están haciendo ellos mismos un golpe de Estado para conseguir el control del tren, pero al final están a punto de lanzar un gas para acabar con rebeldes y civiles por igual, y es precisamente Madelina la que les dice a los rebeldes cómo acabar con el ejército: separando los vagones e irse congelándose todos poco a poco, y así acabar de golpe con todos. Así lo hacen y consiguen su victoria.
Pero el protagonista rebelde se dará cuenta de que instaurar una democracia y hacer una Constitución será más difícil de lo que parece, ya que hay muchos robos y sabotajes, y lo está intentando poco a poco. Pero… a final de la primera temporada, empiezan a sentir una señal de radio, una música extraña, y es ni más ni menos que el primer tren que Wilford hizo, que está pisándole los talones. Y en la segunda temporada se ve por fin, el señor Wilford, que lo quiere es secuestrar el Rompenieves para recuperarlo. Pero Madelina, antes de que la atraparan, pone una bomba para romper el mecanismo y así que los dos trenes estén juntos.
Y así comienza la segunda temporada, una lucha en los dos trenes y contra el «renacido» señor Wilford.
Deja una respuesta