Un año más hacemos la crítica del programa de fin de año de José Mota. Y aunque ha mejorado respecto al año anterior, sin duda, no llega al nivel que tuvo en Telecinco en su momento, donde el humor surrealista y no tanta política nos dejaba ratos de humor desternillantes.
En esta ocasión hay un barco, llamado Europa, que un enemigo llamado Putin quiere destruir mediante una bomba, y lo consigue. El problema es que él también se hunde. Se supone que la moraleja es que si Europa cae, Rusia también… cosa bastante improbable, por otro lado, ya que Rusia va por libre siempre, y los perjudicados son los europeos, como siempre, que miramos hacia otro lado con nuestra política de «gestos».
Curiosamente, a destacar la canción final que acompaña a este problema, donde lejos de dar ese optimismo positivista de siempre… da lugar a que aguantemos el año 2023 como podamos ya que los precios y todos los problemas están peor que nunca. Se acabó ese optimismo pasando a la realidad de ahora mismo.
En fin, el tiempo dirá cómo va este 2023.
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