Una vez más, una supuesta amenaza intenta dejarnos preocupados, aletargados, temerosos: el asteroide Apophis, el nombre de un demonio egipcio, se acercará a la Tierra a una distancia de 14,4 millones de kilómetros.
Mide unos 270 metros de diámetro lo que equivale a unos 6 o 7 campos de fútbol, y si chocara de lleno contra nuestro planeta los efectos serían devastadores. Como siempre, es más rumorología «gratuita» que otra cosa, pero dicen que sobre el año 2029, concretamente el 13 de abril, pasará tan cerca de la Tierra como a unos simples 22.208 kilómetros, cifra que es bastante cercana en cifras astronómicas. ¿Qué posibilidades hay de que choque contra nuestro planeta?
Algunos como la misma NASA decían hace años que hay una posibilidad entre 45.000, y ahora la han alejado: hay una posibilidad entre 250.000. Es decir, cuando llegue el año 2020, 9 años antes de la «catástrofe», seguro que ni siquiera está en nuestro Sistema Solar ya. ¿Qué queremos decir con esto? Algo que es muy sencillo pero terrible a la vez: les encanta jugar con nuestro temor. Tal como los pobres mayas nunca quisieron decir nada sobre un posible fin del mundo allá por el 21 de diciembre de 2012, sino el comienzo de otra era de la humanidad, ni más ni menos, ¿cuánto tardarán los de Hollywood en sacar de título de una futura película «El 13 de Abril del 2029»? O: «La Amenaza de Apophis»… quién sabe.
Y los medios de comunicación también dándole bombo a la noticia, cuando resulta que Apophis es simplemente un asteroide de los miles que van circulando por la inmensidad del espacio y es imposible hacer una previsión exacta y realista de hacia donde irá. Todo lo que se pase de unas previsiones inexactas, es mentira podrida.
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