El Papa Benedicto XVI, nombre parecido al de un vehículo último modelo, ha dicho algunas frases interesantes, dignas de mención que a continuación reproducimos:
«¿Somos verdaderamente el santuario de Dios en el mundo y para el mundo? ¿Abrimos a los hombres el acceso a Dios o, por el contrario, se lo escondemos? Nosotros -el Pueblo de Dios- ¿acaso no nos hemos convertido en un pueblo de incredulidad y de lejanía de Dios? (…) «¿No es verdad que el Occidente, que los países centrales del cristianismo están cansados de su fe y, aburridos de su propia historia y cultura, ya no quieren conocer la fe en Jesucristo?».
Son frases que encierran una gran verdad, por otro lado. La Iglesia Católica no ha sabido apreciar lo que ella considera que es solo «suyo», y ha pecado de gran soberbia. ¿Por qué la gente está alejada de la Iglesia? Por muchas razones: se mezclan con la política de un modo inmoral totalmente. Se relacionaron con Franco, Hitler y Mussolini y otras «buenas hierbas». Que no se extrañen si la gente no cree en la Iglesia Católica, es que se lo han currado mucho para que pase eso.
No han sabido convencer a los jóvenes que cada vez creen menos en nada, por culpa de la Iglesia íntegramente. Ni que decir tiene que los casos de pederastia e intento de ocultación de las mismas no ha contribuido mucho a que la gente vaya a Misa, la verdad…
Y es que hay mucha hipocresia, y en general la Historia no olvida lo que fue la «Santa» Inquisición ni las Cruzadas. Por ello, con todos los escándalos que han salpicado a la Iglesia, ¿el Papa se extraña de que se hayan alejado de Dios? No solo el hecho de dar dinero a los pobres mediante Cáritas hace «perdonar todos sus pecados», no.
En definitiva, ellos mismos se han metido en esta espiral de incredulidad. Ellos son los culpables. Ahora… ya es demasiado tarde.