Una pena, pero Daniel Craig se despide del personaje de James Bond, y para siempre, y para ello se despide por todo lo alto… ¡matando al personaje!
Y es que da pena y lástima, porque James Bond consigue por primera vez en su vida la felicidad absoluta teniendo esposa y una hija, pero se tiene que despedir ya que van a por él. Demasiados enemigos se ha hecho durante toda su vida de espía secreto y no podrá tener nunca una vida normal. Y esto le está afectando en su vida diaria; de hecho no sabía que tenía una hija, ya que su pareja lo mantuvo en secreto por si iban a por ella.
Al final, después de derrotar a su último enemigo, le ponen una inyección el cual durante toda su vida tendría que estar solo ya que su mero aliento haría matar a las personas a las que tuviera al lado. Como no hay solución aparente, se deja bombardear por un barco británico para destruir la base secreta de los malos, muriendo él en el bombardeo indiscriminado.
Un magnífico final para un agente especial.
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