Con el objetivo de no «enganchar» a ningún proveedor, es decir, fastidiarlo y hacer que cierre también (lo que se llama «traslado de crisis») Soler Futura ha vendido todas sus obras en marcha. Bancaja compró dos promociones. Una de cinco viviendas en la calle Quart y otra de 168 en Canet d’En berenger. Ambas obras están actualmente al 65% y serán terminadas por Bancaja.
Esta empresa acudió ayer el juzgado de lo Mercantil de Valencia para iniciar el costoso proceso concursal ante la imposibilidad de atender una deuda que ronda los 81 millones de euros, casi nada.
Al menos, todo hay que decirlo, ha intentado ser lo más «legal» posible, al no querer enganchar, como ellos dicen, a sus clientes y proveedores. Hay otros que si lo han hecho y como siempre, los perjudicados, los frustrados compradores de viviendas que ven como su sueño, se ve perjudicado y no lo pueden obtener.
Al editor de esta página le ocurrió una cosa parecida con su mujer con una constructora. Un día lo contará, cuando tenga moral.
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