Seguramente cuando se hablen de malas políticas económicas seguirá saliendo el aeropuerto de Castellón, hasta que entren y salgan aviones de una vez. Seguramente. Y seguramente no se hable tanto de los caprichos autonómicos de, en este caso, Cataluña con Spanair, la aerolínea catalana.
Esta aerolinea nació deficitaria, y solamente se libraba año tras año por las continuas subvenciones de dinero de la generalitat catalana, ya que esta empresa iba tan rematadamente mal que no tenía futuro. El único futuro viable que pudiera tener es que un grupo económico potente le comprara, y se pensaba en Qatar Airlanes, pero al final se lo pensaron mejor y no lo hicieron.
Claro, como la generalitat catalana está en periodo de ajustes, y menos mal, le ha cerrado el grifo y han cerrado. La pregunta lógica es: si sabían que iban a cerrar, ¿para qué hubo un stand de Spanair en Fitur Madrid, la Feria de Turismo en Madrid? ¿Para qué se hacen publicidad y se fomenta que la gente volara en este stand… si a la semana siguiente iban a cerrar? ¿De dónde ha ido el dinero para comprar un stand si iban a cerrar? Cosas que posiblemente nunca se sabrán.
Lo que es intolerable y el Gobierno debería hacer algo ya es que, de repente, una compañía de aerolinea cierre y deje a casi 4.000 personas en el paro y a más de 20.000 personas sin poder volar. No solo afecta a estas más de 24.000 personas, sino al turismo en general, sobretodo el de las Islas Canarias, que, al parecer, dependían bastante de Spanair.
Somos un pais de pandereta, y eso parece que va a seguir durando. La crisis está haciendo estragos y más teniendo en cuenta los caprichos autonómicos del «todo-vale» para no quedarse atrás con respecto a otras comunidades. Las arcas autonómicas son todas unos desastres por culpa de estos deficitarios dispendios.
¿Hasta cuando se dejará que las comunidades se arruinen y luego su ruina lo repercutan a los pobres ciudadanos en forma de copagos y otros impuestos injustos?