Comenzó la quinta temporada de Supergirl, con varios giros argumentales interesantes que resaltar.
El primero de ellos, Kara, como en una pelea contra una alienígena le rompen la capa (por cierto, el alienígena tira telarañas… qué cosas ¿verdad?), le cambian el traje entero y ahora tiene pantalones. En fin… que se cargan el clásico modelito del cómic para ajustarlo a los «cánones» de ahora. Por otro lado, la relación de su hermana con la política sigue viento en popa, y es Brainiac el que tiene dificultades con su relación con Soñadora ya que es muy, muy pesado (antes se le llamaría romántico, pero también es anterior a los «cánones» de antaño…) y esta se está agobiando de él cantidad.
Y el principal arco argumental es que el bueno de J´Onn J´Onzz resulta que tiene un hermano, pero no lo sabia ya que le borraron la memoria a propósito para que no se acordara del trauma de que su propio padre aprisionó para siempre a su hermano por culpa de unos extraños poderes que mataban a los marcianos verdes. Con la ayuda de los marcianos blancos, este se escapa y lo reclutan para ahora ir a matar a su propio hermano, y tendrá que pedir ayuda a sus amigos para defenderse.
Por otro lado, Catco ha sido comprada por una empresaria que quiere transformarlo en una especie de revista sensacionalista, y Jimmy Olsen se va, dimite, y parece ser que se meterá en política. Y es Kara, por último, quien le dice a Lena que ella es Supergirl, justo a tiempo, ya que Lena iba a decir en medio de la celebración del premio Pulitzer concedido a la misma Kara, que ella era Supergirl. Ahora, lejos de ser amiga de ella, lo que hará es aprovecharse para una serie de experimentos extraños que hará gracias al diario de su hermano Lex.
En fin, todo esto, en esta abultada quinta temporada, en la que veremos también su crossover de Crisis en Tierras Infinitas.
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