Nos gustó la película. Lo único que vemos así mal es que el héroe «graciosillo», «despistado» y que intenta caer bien ya está muy visto y superado. El actor no lo hace mal, pero su papel está demasiado visto.
Barry Allen está obsesionado con que su padre está en la cárcel y tiene una vista para ver si se le puede liberar o no. Por culpa de que tuvo que ir al supermercado a comprar una lata de tomate, a la madre (una muy buena Maribel Verdú) la matan y culpan al padre.
Barry se da cuenta de que corriendo a la velocidad de la luz es capaz de hacer una especie de esfera temporal e ir al pasado. Y va al pasado a dejarle un bote de tomate en el carro de la compra de su madre. Eso hace variar la línea temporal pero resulta que Superman, Wonder Woman o Aquaman no existe. De hecho, no existe la Liga de la Justicia.
Se junta con su «yo» del pasado que todavía no ha adquirido poderes y decide visitar a Batman, que es su mejor amigo. Pero no es el Bruce Wayne que conoce, sino Michael Keaton, que tiene que liberar a Supergirl de una prisión rusa ya que la tienen allí encarcelada desde que llegó a la Tierra y juntos, los dos Flash, Batman y Supergirl tienen que enfrentarse al general Zodd y a su ejército.
No lo consiguen ya que matan a Batman y a Supergirl y entiende Flash que por muchas veces que vaya al pasado no puede remediar lo que pasa en el presente. Y va destruyendo el tejido del espacio-tiempo cada vez que lo hace, y por eso el multiverso se va deshaciendo, y aparecen los antiguos Superman, el antiguo Batman, etc.
La madre muere ya que todo sigue su curso, y cree Barry que lo ha conseguido arreglar todo pero… cuando el Bruce Wayne que conoce resulta que es George Clooney ni más ni menos… así que no, no lo ha conseguido arreglar todo.
Como detalle gracioso, la escena final es que Barry encuentra a Arthur, Aquaman, pero es un mendigo que va por los bares borracho. En definitiva, no es mala la pelicula, es entretenida.
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