Finalizó la buena segunda temporada de The Good Doctor, con sorpresas interesantes.
El doctor Glassman, tras un agresivo tratamiento de su tumor cerebral, se consigue recuperar y no solo eso, sino que le pide casarse con la camarera de bar donde va siempre, y le dice que sí. Por otro lado, el doctor Shaun tiene serioe problemas primero con su vecina ya que ella tiene un «noviete» el cual trae de vez en cuando a su propia casa y eso a Shaun le molesta pero no dice nada, y por otro lado tiene problemas con el nuevo jefe cirujano el cual no le gusta nada que alguien con autismo sea cirujano.
Tanto es así que le echa de cirujano y le pone en otro, pero no le gusta, ya que él quiere ser cirujano. Tras un enfrentamiento verbal con el jefe de los cirujanos, este al final le despide. Deprimido y enfadado, Shaun vuelve al hospital porque un tipo violento le ha agredido y él es el unico que sabe qué le pasa, y a pesar de la paliza que le da al pobre Shaun, le salva la vida.
Esto impresiona a Glassman y al actual director del hospital que, tras todos estos acontecimientos, lo que decide es despedir al mismo jefe de cirugía, ante su sorpresa. ¿Qué hace Shaun? Le pide salir, con un ramo de flores y una caja de bombones, a la anterior jefa del departamento que no quería estar.
¿Cómo acabará esta relación? ¿Su vecina al final querrá está con él? ¿Seguirá en el departamento de cirugia o volverá a tener problemas? Se verá en la tercera temporada, ya renovada y en marcha.