Comenzó la tercera temporada de The Resident, y comienza fuerte: con la muerte de la hermana de la jefa de las enfermeras.
Se confirma que es efectivamente la hermana quien muere, a pesar de que a última hora le doa su riñón. El problema es que su cuerpo estaba tan maltrecho por culpa de las drogas que ya no hay nada que hacer. Ella ahora tiene que pasar el duelo y esparce sus cenizas por un campo al que solían ir.
Mientras, todo sigue igual en el Hospital. La única novedad es que ahora hay un nuevo doctor: uno que es una figura mundial pero enseguida se ve el problema, que es que hace demasiadas operaciones. Con tal de facturar más de 600 millones al año, hace muchas operaciones pero eso provoca el recelo del jefe del hospital que ve cómo hace operaciones pero como si arreglara un coche, y no como un médico con empatia hacia sus operados. Eso hace que empiecen las primeras fricciones entre médicos antiguos y el nuevo.
Así comienza la tercera temporada, que la verdad que con poco argumento y trama.
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