En una localidad catalana llamada Salou vienen de vez en cuando oleadas de 400 o 500 turistas jóvenes ingleses para hacer deporte. Jóvenes serios y que no provocan problemas pues son ingleses, el país más civilizado del mundo. Vale… ahora en serio: jóvenes ingleses que se dedican a emborracharse y a pasearse desnudo o semidesnudos algunos de ellos, provocando escándalos en plena calle y los vecino están hasta las narices de ellos.
Cuando en Inglaterra digan que España es África, podemos decir nosotros que sí, pero los ingleses son los africanos (con todos los respetos a los africanos, claro). Estas pandillas desenfrenadas de jóvenes ingleses vienen con la única obsesión de tener sexo y beber hasta vomitar alcohol. Pero ¿de dónde viene esto?
Pues de una propaganda que malamente se está haciendo en el pais de los hijos de la gran Bretaña en el que ponen que España es el paraíso del desenfreno y del «todo vale». Y eso, obviamente, viene de los touroperadores españoles o ingleses.
La pregunta es… ¿es rentable esto? No, a la luz de las cifras, pues calculan que cada uno de estos jovenzuelos se gasta como mucho unos 300 € en una semana. ¿Compensa ese pequeño gasto con la reputación que se está gestando en España? Yo creo que no. Aparte del escándalo que hacen, que eso, al fin y al cabo, la arman también las discotecas en las ciudades o pueblos y nadie o casi nadie protesta, da al país una reputación que no se merece. Y eso tiene la culpa localidades como Salou, que no deberían hacer esas cosas.
España tiene mucho que ofrecer: sol y playa, turismo interior, una red de museos, ferias, fiestas internacionales, paisajes extraordinarios para senderismo, ciudades preciosas, etc… Y que se haga este tipo de propaganda es buscar a gente conflictiva que encima arman escándalo.
Yo no conozco Salou, pero seguro que tiene mucho más que ofrecer que lo que están ofreciendo actualmente.