Por lo menos el hombre es sincero, y va a lo que va. Fijaros las curiosas palabras que dijo el nuevo propietario del Levante.
«Nuestro proyecto consta primero de un apartado deportivo, el principal, y después de un apartado inmobiliario. Los señores que invierten vienen a ganar dinero.» Vale, a la porra el sentimiento levantinista, a forrarse tocan.
Los nuevos propietarios son empresarios madrileños. Y han venido a hacer negocios. «He metido el proyecto deportivo dentro del económico con calzador. Me ha costado sudor y lágrimas. Aquí la especulación no se admite, porque es un tema social y hay que tener mucho cuidado. Aquí se viene a ganar dinero», indicó López Lara, que aseguró que los compradores van a poner millones de euros de su bolsillo.
«Aquí no se ha comprado un club, se ha comprado una deuda. Está entre 82 y 85 millones. Es gorda, ¿eh? Y el señor que venga aquí sin dinero patina», añadió. Jesús Serna añadió después que «Como tema deportivo sólo yo no quiero al Levante. Hay que desarrollar un proyecto inmobiliario y lo tengo que desarrollar lo antes posible», indicó López Lara.
Y ojo a las palabras de después: sobre Pedro Villarroel, los nuevos dueños prefieren no contar con él. Dijeron: «Sería gilipollas o tonto si siguiera contando con él», manifestó López Lara, que no dijo nada sobre, curiosamente, el fútbol del Levante. «No sé si el balón es redondo o cuadrado. La base fundamental es subir el equipo a Primera», reconoció sin complejos.
Bien, pero al menos, un presidente de un equipo de fútbol tiene que saber si el balón es redondo o cuadrado, y no solo hacer negocios ¿no?
¿Qué futuro le espera al Levante con estos nuevos dueños? ¿Más de los mismo? ¿Se habrá acabado la etapa horrible de Villarroel, o esto ha sido «salir de la sarten para caer en las brasas?