Todos los jugadores que nos hicimos con la primera (y ya clasica) Play Station nos acordaremos seguramente de este personaje.
Spyro el Dragon, al igual que el juego del anterior artículo, formó parte entre otros tantos de mi tierna infancia.
Y es que no era necesario trabajar una trama complicada para entretener al jugador. El reparto de personajes era tan sencillo como:
Los buenos (Spyro y sus amigos)
Los malos (Gnasty Gnorc y otros jefes finales)
Y las victimas… que las podríamos meter en el saco de los buenos.. pero como no hacían mas que quejarse y no movían un dedo por solucionar sus problemas…. vale, sí, de vez en cuando daban algún que otro consejo… pero bueno, vamos a dejarlo ahí.
Los personajes aun así eran carismáticos y los escenarios eran variados e imaginativos. El titulo merecía la pena continuarlo con una secuela. Y así ocurrió con Spyro the Dragon 2: Ripto’s Rage (En Europa presentado como Spyro 2: Gateway To Glimmer / «En busca de los talismanes»).
Esta segunda entrega desde mi punto de vista elevó el nivel del titulo bastante. Las texturas y aspecto de los escenarios eran mejores. La trama era similar a la de la anterior entrega, el malo hace una maldad y nuestro personaje se encarga de darle su merecido.
Tendrá que hacerse como en la anterior entrega con un puñado de joyas para abrirse paso en el mundo y además con algunos talismanes robados que tendrá que recuperar.
En esta ocasión, Spyro cuenta con nuevas amistades (que gracias al cielo, no son tan inútiles como las anteriores).
Del personaje de la izquierda prefiero ni hablar, le tengo mucho odio…
Se ha ganado mi mas profundo desprecio. Así le dé un bug al corazón o un glitch cerebral.
Bueno, a lo que iba, esta segunda entrega dejó a la saga incandescente. Provocaba a los jugadores que nos enganchase y quisiéramos terminar la historia por mucho que nos costase avanzar.
Pero entonces, vino a nosotros la tercera entrega. Una entrega que, bajo mi punto de vista, la habían «petao» de cosas. No fue una mala entrega, pero creo que podían haberse ahorrado algunos minijuegos, como el que el dragoncito fuese en monopatín… enserio… aun me estoy preguntando porqué un dragón sabe patinar.
No se… me sigue pareciendo ridículo. ¡Es un dragón, caray, no es Tony Hawks! Debería comerse el monopatín, no montar sobre él. Ufff… a ver, voy a respirar hondo… ya, creo que ya. Disculpar.
¡Spyro 3: The year of the Dragon! A pesar de ese pequeño detalle, el juego he de reconocer que está bastante bien. Tiene mas variedad de personajes, te aportan habilidades nuevas y una novedad en la saga es que incluso en algunos niveles los puedes controlar. Una amplia variedad también de escenarios, muy coloridos y con texturas mejor definidas.
Vale, ahora, como diría el abuelo Simpson: «¡Ahí la pringas!«
Insomniac Games (creadores de Spyro) dejó los derechos del personaje a Universal Interactive Studios quienes se encargaron de coger la saga y destruirla con sadismo, violencia, alevosía, ira y bueno… el caso es que metieron la gamba hasta el fondo con las siguientes entregas. Para la plataforma de PS2, fueron Spyro: Enter the Dragonfly, Spyro: A Hero’s Tail, y luego las sagas para consolas portátiles… que ni las voy a mencionar, porque se me desgasta el teclado inútilmente.
«Hombre Wilbur, como te rayas, ¿no crees que estás siendo un poco duro con las entregas posteriores?»
No, en serio, fueron una basura… Y si no me creéis, probarlos y me decís. Al menos, estas sagas, aunque carecían de la originalidad de sus primeras entregas, los modelos eran «pasables», por lo menos el de Spyro. Pero, tras las tres primeras entregas de Universal, luego los juegos los comenzaron a desarrollar la empresa de Sierra Entertaiment. Y no se yo el juego como sería, porque ya perdí la fe y dejé de jugar a la saga, pero en La Leyenda De Spyro: Un Nuevo Comienzo, aparte del notable (y extraño) desarrollo físico, nuestro Spyro parece tener una enfermedad preocupante en la cara:
Bueno, después de poner a caldo esta saga, que comenzó siendo uno de los personajes mas queridos de los videojuegos de mi infancia a ser… no se… ¿aberrante? Desde aquí quiero hacerle dos peticiones a nuestro pequeño dragón:
- Spyro, nos gustas tal y como eres, con tus virtudes y defectos, pero por favor, por cada juego que te hagan, no crezcas más. Ya te estoy viendo en la PS4 atravesando portales, pero hacia el imserso.
- Queremos que vuelvas Spyro, pero vuelve con tu estilo antiguo. No busques enemigos demasiado frikis, búscalos normalitos y tampoco te flipes con los superpoderes amigo, que solo eres un dragón (no Goku) y queremos que lo sigas siendo.
«Pero Wilbur, ¿sabes que le estás haciendo peticiones a un ser ficticio? Nadie te va a escuchar.»
¡Callaos! Dejarme vivir tranquilo en mi burbuja.