Vientres de alquiler: una nueva moda que en realidad ya lleva muchos años, que consiste en «alquilar» al niño/a que salga y dársela a otra pareja. Esto en España es por ahora ilegal, pero claro, como vivimos en una época moderna y cada uno hace con el cuerpo lo que sea y lo que quiera por que todos somos muy modernos, ahora ya toca legalizar lo que sea, parece ser.
Esto normalmente se hace para parejas homosexuales o para familias monoparentales, es decir, aquel padre o aquella madre que no tiene hijos por que no tiene pareja pero se empeñan en ser padres. Ni que decir tiene que parece una opción patética. ¿Por qué? Por que, aunque grandes «filósofos» modernos de ahora digan lo contrario, un niño necesita tener dos padres: «mamá» y «papá», y no «mamá» a secas o «papá» a secas. Lo contrario es un egoismo terrible ya que por satisfacer sus equivocados sentimientos son capaces de maltraer a un niño al mundo, un mundo malo donde los niños ya se encargarán de burlarse de él cuando vean que tiene solo un padre y los demás dos, como toca.
Estamos desgraciadamente en una época totalmente desnaturalizada, donde todo vale, pero absolutamente todo, con tal de ostentar los llamados «derechos naturales» de tener la pareja o el hijo que cada uno le de la gana. Me podrán llamar «antiguo» o «desfasado» por escribir estas palabras, pero… me da igual; quien no le guste, que no lea esto, y en paz todos.
El Gobierno por su parte, ya ha rechazado legalizar los llamados «vientres de alquiler». El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, ha asegurado que el Gobierno «en ningún momento» se ha planteado la hipótesis de legalizar en España la gestación subrogada y ha defendido que está «garantizada» la seguridad jurídica de los menores con la nueva instrucción que permite inscribir en el Registro Civil a los niños concebidos mediante la práctica conocida como vientre de alquiler. Como siempre, «no» pero con «pero» diferentes para contentar a todos. Pero vientres de alquiler, por ahora, no es legal.
Aunque como suele pasar en estos casos, al final y después de no muchos años, todo se hará legal, y el ser humano poco a poco no sabrá cómo se originan las cosas o el órden natural de los sucesos, se habrá confundido y mezclado todo.