Muy buena serie, si señor. Un poco lenta, ya que se recrean quizas demasiado en los sentimientos y conciencias de los llamados «anfitriones», androides que casi casi llegan a ser ya seres humanos, pero el desarrollo y final de la temporada es, sin duda, impecable.
Impecable gracias a la magnífica actuación de Anthony Hopkins y Ed Harris, además de otros, por supuesto. ¿Cómo acaba la temporada? Como ya suponíamos cuando hablamos de la serie por primera vez, los anfitriones poco a poco aunque les resetean todos los días, hay algunos que empiezan a recordar. Algunos empiezan a tomar conciencia de si mismos y se empiezan a dar cuenta de que están abusando de ellos para entretener a los humanos. Una de ellas es la lider, una de las prostitutas del pueblo vaquero, y con la ayuda de dos más consigue escapar del recinto pero ya en el mismo tren de vuelta se da cuenta de que echa mucho de menos a su hija, y vuelve a Westworld. Pero algo raro ocurre justo antes de entrar, y es que las luces se apagan por completo, el sistema entera se desconecta.
Y es que la «rebelión» de los anfitriones ha comenzado, y en las últimas escenas de la serie, organizan una matanza a todos los inversores que están hablando de la nueva narrativa. ¿Qué pasará entonces…? En la segunda temporada, se verá.
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