No entendemos qué pasa últimamente con las actrices, y, sobretodo, con las cantantes. Si hace unos meses moria Amy Winehouse, víctima de su propio éxito que hizo que su estilo de vida fuera a base de alcohol y drogas, ahora tenemos a Whitney Houston que a los 48 años, es decir, extremadamente jóven para su carrera, se la ha encontrado muerta en su habitación de un hotel.
Se ha hallado su cuerpo en una suite de un hotel de la ciudad de Los Ángeles. Una lástima, pero cuando se entra en el mundo, en la violenta vorágine de las drogas, posiblemente por sus malas compañías o quizás por las costumbres de los «ricachones», es muy difícil volver a salir. Concretamente se la ha hallado en la bañera de su habitación.
Todavía no se saben las causas de su muerte, pero la lógica, quizás, indica que tuvo una recaida con las drogas. Una lástima, nuevamente decimos, ya que tuvo una carrera fulgurante que la situó en la cumbre por su voz tan sumamente impactante y espectacular. Pero tal como subió hacia arriba, se vino abajo enseguida.
Recordamos cosas así en Britney Spears, Ammy Winehouse como hemos dicho antes, incluso Michael Jackson. ¿Que acaso es incompatible tener tanto éxito y morir pronto por llevar una vida absolutamente desenfrenada? Claro, no son iguales todos los casos, pero está claro que, cuando salen, son muy nombrados por que se trata de super estrellas del espectáculo.
Una pena, pero se ha apagado una voz que, en la época de la película de El Guardaespaldas con el fracasado actor Kevin Costner, llegó a la cima de su éxito.
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