¿Quién no se ha emocionado alguna vez con las palabras de Kirk en Star Trek cuando ordenaba que le teletransportaran? Un zumbido agudo, una luz brillante blanca y luego azul y roja, y de repente, desaparecian, para volver a materializarse en otro lugar distante. ¿Es posible que, algún día, la tecnología de la tele transportación pueda existir?
Físicamente es imposible. Es decir, las leyes de la física así lo aseguran, por 2 motivos: uno de ellos, dice que si alguna vez un cuerpo vivo se desintegra, muere. Es decir, si te desintegran mueres instantaneamente, y aunque tus átomos luego se puedan unir de nuevo, estarías muerto: solo serías materia integrada molecularmente, sin vida.
Por otro lado, otra gran complicación es el principio de incertidumbre de Heisenberg, un científico alemán que dijo que es imposible saber a ciencia cierta la posición exacta de los átomos o partículas diversas que componen al ser humano. A nivel cuántico, van tan veloces que solo se ven borrones, y es imposible, totalmente imposible, a esa velocidad, desintegrar la materia, y que luego se vuelva a integrar con la misma exactitud donde estaba antes.
Esto plantea varias incógnitas: ¿sería posible «congelar» antes de poder desintegrar todas las partículas? Imaginemos que es posible, pero… ¿qué ordenador actual es capaz de recordar dónde estaban las partículas una vez desintegradas, para luego que estén en su posición actual para integrarse correctamente? Desde luego, tendríamos que irnos a ordenadores cuánticos, que hoy en día es tremendamente imposible. Miles y miles de millones de átomos forman nuestro cuerpo, y además los electrones de esos átomos, con lo que es algo ahora mismo inviable.
–> el científico alemán Heisenberg
Pero es que hay otro problema relacionado con la desintegración y el principio de incertidumbre de Heisenberg: la acción del observador modifica lo observado; es decir, que cuando la misma supuesta máquina empezara a desintegrar, modificaría en si la velocidad y la posición de las partículas, con lo que tendríamos que irnos a la «solución» primera, el intentar detener por unos instantes toda actividad de las partículas, algo que sin duda, y valga la redundancia, es imposible.
En definitiva, como no se les ocurra algo en un futuro distante, la ciencia-ficción de las películas es eso: mucha ciencia ficción. Ni películas como La Mosca ni la tele transportación de Star Trek es posible, al menos, con seres con vida.
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