El holding de empresas del empresario de Ruiz Mateos, parece que se hunde. Deben millones de euros al parecer a la Seguridad Social y la misma ha empezado a embargar algunos inmuebles de las empresas. Encima, deben unas cuantas semanas a la plantilla del Rayo Vallecano y ahora parece que están con malos resultados, en señal de protesta, cuando el equipo va segundo, a estas horas, y con buen aspecto para subir para la próxima temporada.
La pregunta es… ¿qué ha pasado? Bueno, al parecer tuvo demasiado poder y el ministro de Economía de aquel entonces hace más de 25 años, Boyer, sacó de la manga varias leyes para ir en contra de dicha empresa, según él, con mucho peligro de quebrar y desestabilizar la economía nacional. Ahí nació el odio Boyer-Ruiz Mateos, y nació el curioso personaje de Ruiz Mateos vestido de Superman, de abeja, etc… aparte de hacer propaganda en aviones con carteles en las playas diciendo que todavía dura dicha injusticia.
Ahora parece que vuelve a suceder. Se supone que, presuntamente, se debe mas de 700 millones de euros y 10 de sus principales empresas van a tener que renegociar sus deudas para no tener que caer en concurso de acreedores. Esas empresas son Clesa, Garvey, Hotasa, Dhul, Elgorriaga, Ibramer, Trapa, Carcesa, Quesería Menorquina y el equipo del Rayo Vallecano.
Las razones por las que Ruiz Mateos apunta que son los culpables son, sobretodo, el Banco de Santander, ya que le ha obligado a amortizar de golpe la mitad del crédito ofrecido en su momento cortándole el resto, al parecer, no por impagos, sino por decision «aleatoria». También echa la culpa a los medios de comunicación que al parecer han exagerado la mala situación económica de sus empresas provocando un pánico en las mismas. Por culpa del corte del crédito del Banco de Santander ha tenido que coger dinero de otros inversores.
Sea como sea, estamos asistiendo a, quizás, el principio del fin de su segunda macro aventura económica a no ser que se remedie. No se sabrá si es verdad que han ido a por él de nuevo o no, pero ahora lo que hay que hacer es minimizar las pérdidas para que los empleados, que seguro que son inocentes del todo, no sufran.
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