Si en el último episodio de la quinta temporada nos sorprendia Rich Castle pidiéndole matrimonio a Beckett ya que ella iba a aceptar su nuevo trabajo en Washington, la sexta temporada ha arrancado con un muy interesante doble episodio donde se ve la continuidad de conversación entre Castle y Beckett.
La jefa Beckett se queda sorprendida y no le dice ni «si» ni «no», puesto que primero se queda sorprendida puesto que no se esperaba dicha petición. Mientras, se va a Washington puesto que acepta su nuevo puesto… pero le acompaña Castle para no perderla de vista y perder demasiado el contacto.
Surge una misión importante que le asigna su nueva jefa (la doctora Cuddy de House, por cierto) de un posible caso de terrorismo con un virus de Al Qaeda que pretenden hacer dispersar en toda la ciudad. Como Castle le acompaña, sin querer se involucra en la persecución de uno de los terroristas y se impregna de dicho virus: en menos de un día, y si no encuentran el antídoto, Castle morirá.
Y hay empieza la contrarreloj, en el segundo episodio, para poder encontrar el antídoto para que Castle pueda sobrevivir. Se inicia la investigación, detienen a unos cuantos simpatizantes de los terroristas sin ningún resultado, y resulta que el criminal terroristas es ni más ni menos que un periodista estadounidense que se quiere vengar del Jefe de Defensa de Estados Unidos por que haber permitido que mataran a una agente secreto, novia de dicho periodista. Para ello va contagiando del virus a diferentes personalidades.
Al final, como es de esperar, encuentran el antídoto y salvan la vida a Castle por fin. De hecho, Beckett le dice una frase clave para la continuidad de la serie, cuando más o menos le dice «que no te vas a librar de mi boda«. Es decir, Beckett acepta casarse con Castle. Comienzo apasionante de esta sexta temporada.
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