James Franco hace un buen papel en esta serie, sin duda alguna. Si recordamos, el argumento de esta serie es que descubren una puerta del tiempo que lleva a 1960 y lo utiliza el protagonista para intentar evitar el atentado de Kennedy… creyendo que evitando su muerte la historia de Estados Unidos ya no estaría salpicada de sangre y violencia. Pero nada más lejos de la realidad.
El protagonista consigue evitar el atentado aunque en la refriega muere su amante. Decide volver a su presente para intentar salvar a su novia pero se encuentra con el mendigo que cuando le ve le dice «no deberías estar aquí«, ya que él mismo ha intentado evitar muchísimas veces la muerte de una hija suya y no lo ha conseguido. El problema adicional es que cuando vuelve al presente, Estados Unidos está casi destrozado por unas nuevas guerras que lo han asolado todo: es decir, la muerte de Kennedy fue mejor para Estados Unidos que en sí el haberlo salvado.
Fatal por esta situación, vuelve al pasado para «reiniciarlo» pero esta vez sin hacer nada de nada para que la historia siga su curso. Así lo hace, todo vuelve a la normalidad pero nunca tiene interacción con su amante, a la que ve 50 años después, muy mayor, y ella le recuerda a él de «otra vida pasada» que no entiende.
En definitiva, queda un poco triste la serie, pero al menos se arregla el final con una lección: no jugar con la corriente temporal.
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