Aquaman, el Rey de los oceanos llamado Arthur, es uno de los principales personajes de la antigua DC y de la nueva, después de los varios reboots que ha tenido. Miembro fundador de la clásica Liga de la Justicia, es uno de los más famosos debido precisamente a su importante falta de poderes básicos, ya que solamente puede comunicarse con los peces (y dicho por él mismo, no les manda, sino les sugiere…. con lo que eso de «rey» de los océanos es bastante relativo) y tiene fuerza aumentada y una piel más dura de lo normal debido a haberse acostumbrado a las grandes presiones del océano.
Pero… fijáos en que se llama «Aquaman», es decir, el Hombre Agua. ¿Nadie se ha dado cuenta de lo absurdo que es ese nombre…? No se puede transformar en agua, como el enemigo de Spiderman que sí que lo puede hacer. Si se hubiera llamado como su nombre, o como una cualidad concreta, sería otra cosa.
Por ejemplo, en Marvel tenemos otro personaje muy similar pero se llama Namor, no «Aquaman», o «Aquasea». No, es Namor, Príncipe de los 7 Mares. Su nombre no engaña, no da lugar a malos entendidos. En cambio, Aquaman, el «Hombre Agua», no tiene ni siquiera dominio sobre el agua oceánica, con lo que su nombre, aunque convertido en un clásico de los cómics, no es real, está bastante equivocado.
Valga este artículo para que los de DC, en su enésimo reboot, hagan algo con el nombre.
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