La crisis afecta a los equipos de fútbol, tan acostumbrados ellos a gastar y a fichar como locos. Véase el Valencia, que todavía no ha salido de su particular crisis, véase el Atlético de Madrid, véase el Levante U.D., véase el Liverpool de Benitez, y véase ahora el Mallorca, un equipo que cae simpático, que están haciendo una temporada extraordinaria llegando otra vez al cuarto puesto que le da acceso a la Champions en detrimento del Sevilla, pero que a raiz de su grave crisis institucional casi está en concurso de acreedores.
Y esto es una realidad evidente de la que ya hablamos en su momento en Oconowocc: en este país, y solo en este país, sino tienes unos favores de la televisión y unas ayudas institucionales tremendas y un merchandising extraordinario, no eres nada. Es decir, no eres el Real Madrid ni el Barcelona. El Valencia hizo un equipo bueno pero tuvo que fichar mucho, y crisis económica que estaba al acecho.
El Atlético de Madrid para ser «alguien» en Europa y en España tuvo que empezar a fichar a diestro y a siniestro… y ahora lo está pagando. Con el Liverpool pasó lo mismo: si quería romper la hegemonia del Chealse y del Manchester tuvo que empezar a gastarse millones y millones, y ahora tiene que vender a cracks para mantenerse a flote.
Es decir: ahora no vale los esfuerzos de los equipos ni la calidad de los jugadores: ahora todo va a golpe de talonario, y si en un equipo le pagan más, pues se va a otro equipo. El dinero es el que manda, por desgracia.
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