Hay un nuevo consejo directivo de la Fundación del Valencia C.F., que es la que actualmente posee casi todas las acciones del club deportivo. Pero antes de tomar posesión de dicho cargo, en un alarde de valenciania le han dicho al Consell que solamente aceptarán el puesto si desde el gobierno valenciano se comprometen a que nunca permitan que un futuro inversor compre al club. ¿Acierto o error?
Pues desde puntos de vistas diferentes, puede considerarse un error ya que el club debe mucha «pasta» y quizás el unico resultado económico positivo para saldar toda la deuda (casi toda ella con Bankia) sea en un muy corto plazo que un grupo inversor compre el club con su deuda, y listos. Pero podría salir bien, como con el Paris Saint Germain o el Chealse u otros equipos ingleses, pero puede salir tan rematadamente mal como con Piterman y «su» Racing de Santander. Y conociendo la mala suerte de este equipo y la ciudad de Valencia en si respecto a las financiaciones «milagro», más bien saldría lo segundo.
Un acierto se considera también por que todavía tendría «sabor valenciano» el club; es decir, como hemos titulado el artículo: el Valencia C.F. solo puede arreglarse el mismo. En agosto de este año tienen que pagar 4,8 millones de euros más a Bankia por los intereses; y el primer plazo de dos del famoso crédito lo tienen que pagar en el verano de 2014, 45 millones de euros. Que no se pueda acabar el estadio es comprensible; pero un equipo con el historial y el palmarés y la masa social del Valencia C.F. es muy capaz de sacar 45 millones de euros en más de un año y medio casi.
Entre las propuestas, está la mejor gestión de los equipos inferiores del club; está la internacionalización del Valencia que está pendiente de que vaya creciendo; están los partidos amisotosos que el Valencia C.F. puede ir jugando en mogollón de paises donde este equipo y esta ciudad son conocidos, y un largo etcétera. Es decir: mucho nos tememos que se han dejado llevar por el pesimismo inicial de las deudas y poco por agotar todas las vias posibles para acabar con el crédito de Bankia.
Ójala los nuevos directivos de la Fundación sean capaces de afrontar dichos vencimientos sin tener que recurrir a «piratas» inversores extranjeros, pero en vez de reunirse tanto y comisiones y un etcétera absurdo, que sean capaces de atraer dinero a este club, para eso se les pagará el sueldo.
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