¿Qué os parece el titular de este artículo de hoy? Alberto Fabra, presidente de la Generalitat Valenciana, y en conversación con el presidente de Bankia, eso es lo que dijo, que ahora que por fin definitivamente se ha abierto el periodo de venta una vez seleccionada las mejores ofertas, tienen que encontrar un comprador que no solo asegure que pagará las deudas del Valencia C.F. y de su Fundación, sino que la oferta deportiva sea tan buena e interesante que haga que en un par de años gane la Champions.
Estas declaraciones son muy fuertes y gratuitas, ya que hay que ver qué opinan equipos poderosos como el Barcelona, Real Madrid, Juventus, Chealse, Bayern de Munich, Manchester United… equipos que anualmente son los favoritos para ganar la Champions. Por desgracia, el Valencia no está entre ellos. Para ganar la Champions (y saben cómo hacerlo ya que, al menos, estuvieron en 2 finales consecutivas) tienen que tener una plantilla muy competitiva y un entrenador magnífico, y una pequeña dósis de suerte. En 2 años dudamos de que lo puedan hacer, pero ahí queda el órdago.
Pizzi es un entrenador ganador que sí que ganaría la Champions; pero la plantilla quizás todavía se queda corta para tamaño éxito. La Euroliga, la Copa del Rey… sí que es probable que lo ganasen, pero para ganar una Champions tienen que tener un par de delanteros de «escándalo», tipo mejores épocas de Villa o Mijatovic. Vargas esperamos que lo sea, pero le hace falta otro más. Y por supuesto, una defensa férrea que, aunque la han mejorado, es insuficiente para ganar una competición como la Champions.
Por lo tanto, el nuevo dueño del Valencia tendría que invertir mucha cantidad para fichar a jugadores de ensueño, por que el entrenador y la base del juego ya la tiene, gracias a Pizzi y al entrenador físico. Esperemos que las palabras de Fabra no sean una frase hecha simplemente, y que ya que tenemos esta histórica oportunidad de hacer del Valencia C.F. un equipo grande, mundial, de verdad, que elijan al mejor comprador posible, y que este futuro comprador sepa hacer las cosas y que haga caso tanto a Rufete como a Pizzi.