¿Cómo calificar a esta película? En fin… para los que le gustan las películas románticas, les gustará mucho, desde luego, ya que el argumento solamente se basa en la relación amorosa del vampiro más dicharachero de Barrio Sésamo, Edward Cullen, y la protagonista, Bella (Isabella) Swan.
En esta parte, Edward se da cuenta de que parte de su familia tiene ganas naturales de comerse a su novia, y claro, menuda relación tendría la familia política con su nuera, lógicamente… Y por eso decide dejarla por el bien de ella.
Pero ella empieza a tener, digamos, el «mono» de estar sin él y empieza a chillar por la noches cuando tiene pesadillas. Chillidos extraños, tengo que añadir…
Mientras, el nuevo protagonista, Jacob el indio, se interesa por ella. Pero amigos… ¡ahora resulta que es un licántropo! Es decir: la pobre chica parece que no puede encontrar a un tio normal en ese pueblo, por que cuando no es un vampiro es un hombre lobo. Y dicen que Oconowocc es medio friki: de eso nada, lo que es friki es ese pueblo. Me imagino que ahora la protagonista va al alcalde del pueblo y dice: «oiga, ¿en este pueblo solo hay vampiros y hombres lobo? y el alcade dice: «no, no, que va, sin ir más lejos soy un alienigena que he venido a preparar una invasión…» Buf…
Luego surge la pregunta de por qué los vampiros, tal como explican, se les ilumina el cuerpo en forma de luciérnagas cuando les da la luz del sol. ¿Que son, vampiros, o los gusanos de Gusiluz? No lo entiendo.
Y luego la extraña costumbre de que los chicos se pasan la película quitándose las camisetas con el frio y humedad que ahí hace, en medio de la efervescencia de niñas adolescentes que no tienen otra cosa que hacer que gritar al son de sus hormonas de acné desbocadas. Qué horror. Daba más miedo el cine llena de esas niñas que en si el vampiro de rastas. Si, hay vampiros con rastas… ¿habrán vampiros heavys o dj´s?
Total, que evidentemente aquí no se acaba la saga Crepúsculo ya que en la tercera resulta que a la niña Bella Swan le gusta el lobito feroz y ahora no sabe con quién quedarse. Tu te abrazas a los dos y ahora tienes a los dos en ascuas, ¡pendenciera! Se llamará la tercera película «Eclipse», siguiendo los nombres astronómicos.
Y Oconowocc estará ahí para contároslo todo.