La última de la saga de Rocky Balboa, la número séptima ni más ni menos, y sin duda un broche de oro a este personaje tan entrañable.
El hijo de Apollo Creed nació después de que su padre muriera, y por tanto nunca lo conoció. Es un joven problemático que se mete en peleas todo el tiempo y en problemas, hasta que va al restaurante de Balboa y le pide que le entrene ya que quiere ser boxeador profesional. Aunque al principio Rocky no quiere, al final acepta y el empieza a entrenar.
Poco a poco va siendo mejor que antes pero a Balboa le diagnostican cáncer. Al principio no quiere tratarse ya que dice que no le quedan fuerzas, pero el mismo hijo de Apollo le dice que si él pelea, él también tiene que pelear. Así lo hacen los dos, y en la clásica pelea final, el hijo de Creed casi vence al campeón de los pesos pesados, tal y como pasó en la primera película.
La película queda como que Rocky es su entrenador mientras vive sus últimos días. Magnífica película, la recomendamos.
Deja una respuesta