Y, aparte de final de la tercera temporada, tal y como acabó, quizás de la serie entera. Los últimos episodios fueron los mejores de la serie entera, ya que se creía que la Guardiana era realmente una traidora que trabaja en secreto para una fuerza especial de los Estados Unidos para querer coger todos los artefactos mágicos, pero al final resulta que todo era un treta bien urdida entre ella y el bibliotecario principal para atrapar «in fraganti» a esa deidad egipcia que amenazaba con conquistar el mundo.
Los Bibliotecarios, mejorados gracias a las artes marciales de uno, gracias a que la chica bibliotecaria al quitarle el tumor del cerebro triplica sus poderes, y el bibliotecario que antes era ladrón mejorar sus capacidades también, consiguen que vuelva al inframundo de nuevo a toda la magia «malvada» y a la deidad egipcia. Convencen al servicio secreto de Estados Unidos que los artefactos mágicos (tipo Almacén 13) están mejor en la Biblioteca que en un almacén, por muy seguro que sea este, y se quedan juntos el jefe y la Guardiana por fin.
Al parecer, todo solucionado, y la tercera temporada acaba así de bien.
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