Colaboraciones Oconowocc: Carlos Reyes
Hemos tenido que esperar mucho tiempo para poder volver a ver sonreír de oreja a oreja a uno de los mejores jugadores que jamás ha dado nuestra Roja. Hace muchos meses, si no recuerdo mal allá por diciembre y muy lejos de nuestras fronteras, el gran David “el guaje” Villa sufría una terrible lesión que a todos nos encogía el alma, no sólo a los culés , sino a todos los españoles, y un poquito más a los valencianistas, que tanto cariño le tenemos al muchacho. Fue un momento doloroso no sólo para él. A todos nos dolió la tibia casi tanto como a él.
Después de tantos meses, de duras batallas de gimnasio y recuperación, de sesiones interminables con fisios y demás, el guaje volvía a saltar al campo con la elástica de la Roja. Fue un momento maravilloso, increíble, apoteósico para los aficionados. El máximo goleador español de todos los tiempos volvía a correr por el césped con la camiseta que le vio triunfar y llegar a lo más alto.
Todos espoleamos a ese muchacho que un día vio como su tobillo decía basta, todos empujamos a un jugador que jamás perdió el sueño de volver a vestir los colores de nuestra selección. Todos nos unimos, orgullosos de aquel tipo tan honrado como humilde que reconocía no estar a tope para viajar con los suyos al europeo, una humildad que quedó reflejada el día que volvió para levantar de sus asientos a todos los aficionados del Camp Nou y marcar de nuevo, después de muchos meses, y dedicárselo expresamente a aquellas que día tras día le han dado fuerzas en su recuperación, sus hijas y su mujer. Todos los aficionados al buen fútbol nos unimos para decirle una cosa a David Villa –y que me perdonen los aficionados del Liverpool–, y es que “el guaje” nunca caminará solo. Gracias amigo, volveré a disfrutar de tus goles desde mi querida Valencia.
PD: En este artículo quiero y necesito poner una posdata. Durante la semana en la que nuestra Roja jugaba, el señor Ronaldo decidió dar un escándalo monumental alegando estar triste. Después de tratar de entender las razones de este hombre –es normal que esté así porque España sufre una crisis criminal, no hay trabajo para millones de desempleados, la pobreza cada vez se cobra más víctimas, hay auténticos psicópatas burlando a la policía y cachondeándose de todos los españoles–, me doy cuenta que esas mismas, las mencionadas antes, no son reales. Está triste por no ser tan importante en su equipo, no resaltar por encima del resto del grupo. Sencillamente, envidia al señor Casillas. Pues los siento “Rony”, pero ese tipo que defiende bajo palos como nadie es el mejor en su puesto, no habiendo otro igual –aunque pese reconocerlo a un valencianista–, pero por encima de todo es una institución en el Real Madrid, lo ha ganado todo, y con la selección creo que no es necesario decir sus logros, que son dos europeos y un mundial, algo que usted por el momento no tiene.
Y sin embargo, Iker es un ejemplo de dedicación, honradez y esfuerzo, no solo en la selección, sino también en el Real Madrid. Calle, juegue y aprenda del capitán, que es lo que tiene que hacer.