En Valencia tenemos las mejores fiestas del planeta Tierra: por historia, por presupuesto, por apoyo, por eventos celebrados en la semana fallera, por tradición y por espectacularidad. De eso no hay duda. Solamente hay un obstáculo: los valencianos mismos.
Es ridículo que, por pura envidia de unas comisiones falleras a otras, por ejemplo a la Falla de Nou Campanar, se haga esta absurda norma que diga que a partir de ahora habrán limitaciones al presupuesto de las Fallas. Es una tontería, ya que si una comisión tiene el dinero, ganas e ilusión de gastarse 600.000 euros o 300.000 € o el dinero que sea, ¿qué mas le da a otra comisión fallera, si no le mueve la pura envidia de que verá que dicha falla posiblemente gane (si es la más bonita) de que una se gaste tanto y otras no puedan?
Señores, la idea está de que hay que hacer que las Fallas sean una fiesta grande, y por envidia típica de los valencianos, por desgracia, lo están estropeando. Esfuércense si no podéis gastaros tanto dinero. Es más, no por gastarse tanto dinero se gana el envidiado primer Premio: se premia la imaginación, el esfuerzo, los detalles, el clasicismo del monumento o no, etc… En definitiva, muchas cosas, que hacen que se gane o no.
Pero siempre surgen los «listillos» que ahora dicen que la limitación sea 190.000 euros. Es decir, todas las de Fallas especiales serán de igual tamaño entonces: ahí se pierde la magia de la fiesta, y ahí todos pierden. Perder la envidia de una vez y dejen trabajar a los que tienen más dinero para invertir en su fiesta, caramba.