Tras 11 años siendo Valencia la sede mundial de la Campus Party, el evento que reúne a miles de internautas ávidos de meterse en internet y jugar y actualizarse y hacer virguerías con los ordenadores, evento que se celebraba en el Ágora del complejo de la Ciutat de les Arts i les Ciencies, al parecer dice adiós definitivamente, ¡cómo no!, por los recortes y la tremenda crisis económica que azota la Comunidad Valenciana con una falta de liquídez mas que preocupante.
Eran 3 millones de euros anualmente donde la Generalitat ponía 1,5 millón de euros, es decir, el 50%. Pero al parecer, se acabó esta subvención y por lo tanto la Campus Party no puede con todos los gastos, ya que las entradas solamente cubrían un 5% de los gastos, y tienen que elegir, al parecer, entre las sedes de Madrid o Barcelona, que al parecer sí que están recortando también, sobretodo en sanidad, pero para eso sí que tienen dinero… algo chocante, por otro lado.
¿Qué repercusión mediática tenía la Campus Party en Valencia? Bueno, económicamente al parecer nula, es más, salía deficitaria totalmente, ya que los «campuseros» obviamente por lo general gente jóven comía o a base de bocatas o se iba a los MC Donalds o Burguer a comer. Normal, por otro lado; y por eso económicamente no se notaba. Ahora bien, mediáticamente creemos que es otra cosa: Valencia se convertía año tras año en el escaparate mundial de internet y los internautas, es más, era la primera Campus Party después del cierre de Megaupload, y posiblemente hubiera tenido mucha más repercusión mediática que antes.
La Fórmula 1, mucho más mediática que la Campus Party se queda por ahora, pero económicamente es una ruina mucho mayor. ¿Se quitará también la Fórmula 1? ¿Se quitará el Open 500 ATP de tenis por eso también? Creemos que es un error quitar la Campus Party, por que en comparación, es muchísimo más barato, y la Generalitat solamente tiene que aportar 1,5 millones de euros, cifra pequeña que se puede sacar de otras cosas mucho menos rentable.
Un evento global que desaparece de Valencia, al parecer, para siempre, o por lo menos hasta que las arcas de la Generalitat engorden un poco de nuevo. Una pena, pero eso han decidido.