Una curiosa película que recomendamos verla pero en el videoclub ya que resulta en una auténtica frikada, realmente.
En el antiguo Egipto los dioses de Egipto se relacionan con los humanos, y hay 2 de ellos que son hermanos, y en principio se llevan bien. Pero uno de ellos abdica de ser rey y le quiere dar la corona a su hijo pero ahí entra el actor Gerald Butler haciendo de «dios» también y le arrebata la corona, y de paso, sus ojos, dejándole exiliado y ciego. Sus ojos son la clave de su poder, por cierto.
El protagonista, un experto ladrón que quiere darle a su mujer la mejor vida posible, arrebata esos ojos y le da uno de ellos al hijo al que le han arrebatado la corona, y comienza la aventura de destronar a Butler y quedarse él de rey como legítimo heredero.
En fin, efectos especiales buenos, y argumento friki.
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