Hay muchas curiosidades sobre este monumento, para los amantes de las logias masónicas, clanes milenarios y grupos diversos y misteriosos, que hemos querido resaltar hoy en vuestra página favorita. No es ningún secreto que el presidente George Washington era masón, y que a su muerte, los masones le quisieron hacer este gran monumento para conmemorar su vida para siempre. Por cierto, este obelisco es la estructura de piedra más alta del planeta.
Pero lo que no se sabe mucho es que realmente el monumento no era este el que iba a ser construido. El diseño original era mucho más impresionante. En primer lugar, en la base de dicho monumento iba a ver una especie de «templo» en forma de decenas de columnas como las columnatas griegas, para luego erigirse no un obelisco egipcio, sino una torre de piedra en acabado rectangular. Por falta de presupuesto, no se hizo, y se tardó más o menos 50 años en los que todos los masones de Estados Unidos y de otras logias por todo el mundo hicieran sus contribuciones para poder acabar el monumento, mermado por la crisis económica de aquel tiempo en un «simple» obelisco. Decimos «simple» entre comillas por que el obelisco es igualmente formidable, aunque la mitad de grandioso del diseño original.
–> diseño original, desechado por su elevado coste
Otra curiosidad es que en la base del monumento hay muchas piedras conmemorativas de aquellos que con su dinero hicieron posible dicha construcción. Entre ellos están logias masónicas europeas, pero destaca que el mismo Vaticano y su Papa hizo también una piedra conmemorativa, pero los masones amigos de George Washington se negaron a incluirla en la base de dicho monumento. De hecho, por la noche visitaron la base del monumento y la hicieron picadillo dicha piedra para que no constara nunca; aunque años después el Vaticano envió otra y finalmente se puso.
–> estructura social de los masones, de la cual George Washington era de los principales
En la cara este del obelisco hay inscripciones egipcias, curiosamente donde sale el Sol y nunca se pone, y algunas han especulado que dicho presidente de Estados Unidos algo quiso indicar con esto: ¿que nunca se perderían los ideales norteamericanos que llevaron a construir la nación? ¿alguna relación egipcio-tecnológica con la construcción de dicho monumento? ¿una memoria para los «dioses» del cielo? Quién sabe…
En definitiva, curiosidades históricas y un poco misteriosas para aquellos que vayan a ir dicho monumento. No se trata de un «trozo» de piedra que se eleva hacia el cielo y ya está; posiblemente, se ocultan otros grandes secretos que quizás algún día salgan a la luz.