Desde luego, el Valencia y Emery con sus cambios a veces es incomprensible. Un magnífico partido, una delantera letal y una buena defensa ferrea. Una expulsión del equipo rival. Todo iba de maravilla pero… se desconcentró y como últimamente pasa en algunos desgraciados partidos, va y le empatan. Mal empate por que ahora tiene que sacar 4 puntos para pasar e incluso ser primero de 6 puntos en juego que le quedan en esta liguilla donde solo se clasifican los dos primeros. Y ojo, por que sino se clasifica el primero y se clasifica el segundo se toparía como el año pasado, con un equipo ex-champions, como el Bayern de Munich, o el mismo Atlético de Madrid.
Joaquín de nuevo, y Maduro fueron los encargados de los goles valencianos. Joaquin se está destapando poco a poco como goleador, esperemos que siga así. Pero llegó el árbitro, que, sin echarle a él la culpa de todo, sí que tuvo mucha culpa del empate final. Primero, un gol mal anulado de Mata que hubiera supuesto un 2 a 3 favorable al Valencia. Luego, un gol mal dado por bueno del Slavia, el segundo, que hubiera supuesto un 1 – 3 favorable al Valencia. Menuda diferencia en vez de el 2 a 2 final.
No pasa excesivamente nada por que todavía se puede clasificar y como primero de grupo, pero tiene obligación de ganar al menos un partido. Si ganará los dos, perfecto, pero al menos contra el Lille, que es el siguiente en la Euroliga, tiene que ganarle.









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