La serie Crisis, de la reaparecida Gillian Anderson aunque con un papel bastante secundario, ha acabado esta primera temporada de una manera muy interesante.
A Gibson se la ha trastocado todo ese complicado plan que tenía para recuperar el amor de su hija y destapar toda la corrupción que había en el Gobierno, señalando directamente a algunos que jugaron con él siendo uno de los jefes de experimentos secretos con soldados. Al menos, esa parte de alguna manera le había salido bien, pero el resto del plan, es decir, salir de la mansión donde tiene secuestrado a los jóvenes y salir él victorioso y disumulando como si fuera un héroe, le ha salido mal.
Aparentemente sale como un héroe pero mientras salen todos los jóvenes, su hija… ha sido secuestrada. Y han sido sus anteriores socios quienes lo han hecho, mandado por ni más ni menos que Gillian Anderson, quien averiguó desde hacía tiempo que era Gibson quien estaba detrás de todo. Al final él se las ve con ella en una casa apartada en el campo, pero antes de que él consiga matarla a ella vienen los agentes del FBI y detienen, quizás para siempre quizás no, a Gibson. Lo peor para él es ver cómo su hija ahora sabe la verdad y sabe que su padre ha tramado todo este tema del secuestro, siendo su padre un monstruo.
¿Qué ocurrirá en la segunda temporada? El móvil secreto de Gibson conectado a un avanzado portátil que va mandando mensajes a algunos jóvenes sigue sin descubrir, y quién sabe si tendrá relevancia para esta segunda temporada.
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