Los debates de La Noria la mayoría de las veces son buenos, pero cuando quieren que sean malos, lo hacen muy bien. Ayer en La Noria se hablaba (¿cómo no?) de la infidelidad de Fran Álvarez con Belén Esteban. Los invitados eran, digamoslo así, variopintos.
Jimmy Jiménez Arnau, Beatriz Trapote, César Sinde… Y lo que se decía eran los que estaban a favor de que de vez en cuando hubieran aventuras extramatrimoniales y los que opinaban que no. Para comentar que el mejor que hablaba era César Sinde, periodista de Intereconomia TV… fue el único lógico y racional en ese circo de debate.
El Arnau este, que dice que es escritor, no decía nada útil: se dedicaba a cada minuto y medio decir alguna tonteria de chiste y el público a aplaudir como marionetas desgarbadas. Y encima, decía que era bueno el que hubiera infidelidades si al cuerpo le apetecía, cosas extrambóticas de este «genio del amor. César Sinde decía que ¿qué pasaba? , ¿que el ser humano era un animal que solo se guia por instintos o qué? según la opinión de su contertulio, Arnau. El Jimmy este solo hacía chistes absurdos donde se cree que es gracioso y seguía diciendo las mismas bobadas.
A esto hemos llegado: a que , segun en opiniones de esta clase, el compromiso matrimonial no sirve para nada y ¿para qué ser leal a tu pareja, si tu cuerpo te pide otra cosa? Realmente patético.