Colaboraciones Oconowocc: Carlos Reyes
Quizás me veo en la obligación de iniciar este pequeño conjunto de artículos “secretos” dirigiéndolo a lo que se convirtió el tema central de mi primera novela, “En la sombra”, y que fantásticamente fue, es y seguramente será promocionada por esta magnífica página.
¿En qué se basa la leyenda de la mesa de Salomón? Se dice que en los tiempos de los reyes de Israel, el archiconocido rey Salomón, se dispuso a crear uno de los objetos con, no solo mayor valor histórico que actualmente podamos buscar en los rincones más recónditos de la tierra, sino de mayor poder. Nos cuenta la leyenda que este majestuoso rey diseño y supervisó la creación de una mesa –la cual llevó su nombre– poderosa y secreta. Dicha mesa nos explica la leyenda que otorgaría un poder inimaginable a quien la poseyera. Sus posibles trescientas sesenta y cinco patas guardarían el verdadero poder de la creación bajo la misteriosa llave simbólica del sem semaphoras, el nombre real de Dios, y que desataría un poder que llevaría a su dueño a ser poseedor de un saber inigualable, la posibilidad de ver el pasado, principalmente los crímenes que la historia ha enterrado en terreno fangoso y que ha permanecido en el desconocimiento del resto del mundo. Pero, ¿qué encierra hoy día esa leyenda?
El tiempo ha corrido en contra de todos aquellos investigadores que han tratado de dar con su ubicación, que han intentado alcanzar un objetivo “solo accesible a los elegidos”, según reza la leyenda. En la historia se han escrito escalofriantes relatos de aventureros que intentaron alcanzarlo, y otros que supuestamente lo hicieron con resultados nefastos, entre los que se encierra extrañas muertes días después de su acercamiento.
En la actualidad no ha sido sino un tesoro milenario que permanece oculto a los ojos humanos. Su poder, si fuese real que lo tuviera, permanece tan guardado como el que otorga el arca de la alianza o cualquier otro tesoro cubierto por una leyenda. Como en la actualidad, hay hombres que han buscado y buscan con anhelo la entrada al lugar santo que lo protege, ubicado según los expertos en los infinitos y misteriosos túneles de Toledo, bajo una entrada aún no descubierta.
¿Qué de real hay en toda esta historia? Quién sabrá si todo forma parte de un objeto místico y esotérico, de un tesoro oculto que mantiene un valor puramente histórico o algo más. La leyenda guarda muchos puntos interesantes que nos obligaría a publicar todo un libro sobre el tema. Así que desde aquí os invitamos a ondear en toda una leyenda que posiblemente despierte en vosotros un interés similar al mío cuando decidí utilizarlo como base de mi primera novela.
Un saludo a todos los lectores de Oconowocc.