El actor Sean Bean se ha convertido en un fugitivo, el más buscado por todo Estados Unidos. Ahora en esta segunda temporada sigue igual, y decide provisionalmente dejar a su esposa y a su hijo para que no los involucren en sus «asuntos».
En esta segunda temporada va huyendo de todo el mundo y solo puede confiar, irónicamente, en el agente del FBI que al princioio desconfiaba de él mismo. Es su único amigo, y ahora nuestro protagonista está desesperado para limpiar su nombre. En esta temporada la historia tiene muchos flashbacks en los que se va contando la historia que tuvo en Irak, que hasta tuvo una hija y todo que está en Estados Unidos y que lógicamente no se acordaba por su amnesia.
La historia que tuvo en Irak tiene mucho que ver en limpiar su nombre en la actualidad. Veremos si lo consigue y de nuevo vuelve a ser un agente respetado secreto.
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