Los americanos son diferentes, sin duda. Por primera vez en la historia de los Oscars, celebrado ayer, la primera dama, la mujer de Obama, desde la Casa Blanca dijo el Oscar a la mejor película, quizás el galardón más importante dentro los mismos oscars.
Ella mismo dijo que «es un honor», como si para ella hubiera sido una sorpresa: posiblemente desde hace meses los Obama estarian presionando para que ella pudiera introducirse en ese mundillo, por supuesto. Como siempre, los norteamericanos son populistas, sensacionalistas y les gusta más el espectáculo que invadir paises preventivamente.
Ahora traslademos esto a España. ¿Es posible que la mujer de Rajoy anunciara un Goya? Si ahora los Goya se han convertido en una descafeinada entrega de premios que es un «quiero y no puedo» respecto a los Estados Unidos, y siempre se hacen reivindicaciones anti políticas y el cine está en segundo plano, por desgracia, ¿os imagináis que la mujer de Rajoy, desde la Moncloa, quisiera decir el Goya a la mejor película? ¡Se armaría la segunda guerra civil en este pais!
O si lo hubiese hecho Sonsoles, la mujer de Zapatero, ¿cuántos canales de televisión se encargarían de criticar, criticar y re criticar que la mujer de un político se metiera en estos lares? Sí, otra guerra civil llena de críticas desde periodistas hasta televisiones y radios. En cambio, en Estados Unidos al parecer ha causado hasta gracia, y no hay ni un ápice de críticas. ¡Qué diferentes somos, caramba!
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