Graciosa película de Jim Carrey y Jeff Daniels, aunque según nuestra humilde opinión, no supera a la primera entrega.
Resulta que tras los acontecimientos de la primera, Jim Carrey está en un hospital psiquiátrico por que no ha podido superarlo, y está como ido, pero resulta que todo es una broma para ver qué cara ponía su compañero. De todas formas, su compañero le quiere decir que tiene el riñón mal y que necesita un trasplante porque si no se muere.
Y la película es una búsqueda de familiares al que le puedan ceder el riñón para poder sobrevivir, y es cuando se entera de que posiblemente tenga una hija ya de 20 años. Al final de la película, ni es hija suya y lo del riñón también era una broma pesada.
La recomendamos ver por graciosa, sin duda.
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