«Consumatum est», que se diría en latín. A partir del 2 de enero, es decir, mañana mismo, se prohibirá fumar en cualquier establecimiento hostelero, es decir, en bares y restaurantes. La polémica ley decía antes de ser modificada que el bar o restaurante podía elegir entre dejar fumar o no, indicándolo previamente con sendos letreros o carteles oficiales y a partir de unos 30 metros cuadrados, habilitar una sala especial para fumadores. Miles de euros en remodelación que se ha quedado en nada, ya que ahora… esta terminantemente prohibido.
Esto nos parece una ley apropiada ya que los camareros y los clientes que nunca fumamos nos llenamos de humos los pulmones y nosotros queremos tener bien la salud, es decir, si la gente quiere estropearse los pulmones no tiene por que ser a costa de los demás, y a nosotros nos parece bien. Lo que no parece demasiado adecuado es no haberlo hecho antes y haber dejado que el negocio de la hostelería se gastase tantísimo dinero en algo que ahora… no sirve para nada.
Esto me recuerda a las terrazas de la Malvarrosa: la ministra de turno las quitó y ahora la nueva dice que va a negociar con los hosteleros, es decir, lo más seguro es que les deje con alguna condición posible con lo que la inversión que han tenido que hacer no habrá servido para nada. En fin, cosas del Gobierno.
Los hosteleros están que trinan ya que se calcula que se pueden perder el empleo miles de trabajadores del sector y cerrarán centenares de bares. Sea o no sea el dato real, es una medida buena por que así se evita la contaminación por el humo pero ahora los bares tienen que espabilarse, ya que los clientes sí que pueden fumar, pero en las terrazas, con lo que en estos días de frío intenso tienen que hacer algo para que los clientes, más o menos, estén cómodos y esten calientes para seguir yendo a los bares.
Es decir: más gasto para la hostelería en un tiempo en el que no se pueden hacer muchos fastos y desembolsos de dinero. De todas formas, si las cifras son reales, hay que meditar en estas cifras: se liberará a los más de 800.000 trabajadores de la hostelería de un aire contaminado, por el que cada año mueren en España 5.000 fumadores pasivos. Esas cifras asustan y ya solo por esto bien vale la pena la modificación de la Ley.
Habrá que saber si van a haber muchos inspectores que vayan yendo por ahí a los bares a ver si la gente fuma o no, lo que sí parece es que la multa se la llevarán los bares si algún cliente gracioso no hace caso. Claro, si el restaurante es muy grande y un cliente no puede aguantar sin salir a la calle y en ese momento le pilla un inspector, ¿cómo se podrá denunciar y cómo se podrá defender? Una vez más, solo se sabrá cuando a lo largo de este recien empezado año, empiecen a surgir los casos.
Sea como sea, si usted es fumador, más vale que lo deje ya que le están quitando cada vez más espacios para fumar. Déjelo, ganará en salud usted y los demás.