Una cápsula del tiempo, enterrada en 1795 , ha sido desenterrada estos días en Estados Unidos, Boston, concretamente.
Las cápsulas del tiempo son muy interesantes, ya que se entierran con los mejores deseos de un «futuro mejor» para que las generaciones posteriores cuando la desentierren, comprueben si las expectativas de los que la enterraron fueron cumplidas. Nos preguntamos qué pensarían allá en 1795 si vieran al Estados Unidos de ahora, con un Trump intentando hacer un muro para separar a Mésico, peleándose con Corea del Norte y no con muy buenas relaciones exteriores con Rusia.
Dicha cápsula tiene el tamaño de una cajetilla de tabaco y, antes de abrirla, la examinaran con rayos x para comprobar si al abrirla se estropea algo.
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