Personalmente, uno de mis favoritos, debido a la sencillez de sus aventuras y su gran variedad de enemigos. Un comic que tampoco tiene muchos números en comparación con otros, pero que en todos ellos te divierte, te anima, te entristece y te hace ser más solidario con los demás. Este es el Corsario de Hierro, magnífico personaje con la misma cara, por cierto, que Jabato y el Capitán Trueno del que hablaremos mañana cerrando esta saga de artículos sobre comics antológicos españoles.
Fue uno de los mas recientes, ya que se creó en el año 1970, por el genial Victor Mora del que ya hemos hablado en varias ocasiones, y salía junto con el tebeo de Mortadelo y Filemón, curiosamente. ¿De qué va el Corsario de Hierro?
Pues la acción o el argumento está en la España del siglo XVII, donde el Corsario en su niñez le matan a su padre, lo mata el que será su gran enemigo de por vida: el pirata Mano Azul al que por favores de Carlos II de Inglaterra (los ingleses, enemigos todos de España) le da el título de Lord y se transforma en Lord Benburry. Mientras, una mujer llamada bellamente la Vieja Dama del Mar que tiene una isla propia, adopta, cuida y educa al jóven Corsario de Hierro convirtiéndolo en pirata.
El «malo» Lord Benburry tiene una graciosa gota en su pierna que le hace siempre estar sufriendo pues no soporta ni siquiera que le rocen la pierna, dando escena muy humorísticas ya que sus aliados son a veces torpes y se le caen objetos en su zona dolorosa, empezando a insultarles ya que le duele mucho. Las actividades ilegales de Lord Benburry siguen ya que, aunque es todo un «Lord», sigue haciendo tráfico de esclavos, es uno de los colonizadores de América del Norte a base de esclavos y encima usa la explotación de niños. Esto asquea al Corsario y a su madre adoptiva y siempre desmantela los planes de este villano personaje para que triunfe la libertad.
Un día meten en la cárcel al Corsario de Hierro y allí conoce a los que seran sus amigos de por vida: un gigantesco escocés llamado Mac Meck (al puro estilo de Goliat del Capitán Trueno o Taurus de Jabato) y un mago italiano muy torpe llamado Merlini, uno de los mejores personajes de los comics, alto y muy delgado, debilucho. Por un lado, Merlini aspira y sueña en convertirse en un gran mago y no un prestidigitador de segunda como es actualmente, y Mac Meck, el bueno de Mac Meck, es un fiel amigo de los dos pero que se enfada muchísimo cuando se burlan de sus faldas pues es escocés o cuando hablan mal de su querida madre, también gigantona.
Por supuesto, había mujeres en la vida del Corsario, como Lady Roxana, la princesa Bianca Di Orsini o la capitana Dagas, antes pérfida enemiga del Corsario pero luego acabó enamorándose de él. Hay muchos otros personajes secundarios, como Giancarlo, que es el tio de la princesa Bianca e inventor de numerosas tecnologías de su época, y otros enemigos, turcos pero sobretodo, ingleses.
Fue uno de los últimos comics de la Editorial Bruguera que ya empezaba su caída total hasta la extinción y duró poco más que 15 años el cómic en cuestión que lo abandonó Victor Mora, que el pobre acabó asqueado por culpa de la política de dicha editorial. Muy buen personaje; un personaje que te hace reir por sus aventuras y por las travesuras de sus amigos. Recomendamos su lectura, ha sido reeditado varias veces.