Desatado y más que desatado… desesperado. Esta serie que trata de la persecución entre el ex-agente del FBI Ryan Hardy (Kevin Bacon) y el villano asesino en serie Joe Caroll (Purefoy). Esta serie no es una serie de asesinos y asesinatos sin más, no: es mucho más.
La primera temporada, que fueron 15 episodios, empezaba con el asesino en serie todavía en la cárcel y casi empezando a ejecutar su plan que llevaba fraguando durante esos largos años en las que Ryan Hardy le había confinado en la cárcel, como un psicópata asesino en serie. Pero Joe Caroll tenía mucho más en mente: llegó a crear desde su prisión toda una especie de secta (aunque él y sus seguidores nunca admiten la palabra «secta») de asesinos en serie decididos a matar para fastidiar y hundir psicológicamente a Ryan Hardy.
Y durante los primeros 14 episodios muchas veces lo consigue, por que no solo el protagonista no consigue nada de Caroll, sino que ve cómo secuestra al hijo de Caroll él mismo para «comerle la cabeza», ve morir a la mayoría de sus amigos policias y del FBI, secuestran a su amada Claire (la ex-esposa de Caroll y ahora amante de Hardy), y un largo etcétera. Es decir, la balanza siempre está a favor del asesino psicópata hasta que al final, en el último episodio, consigue que Caroll muera en un faro… o al menos, eso es lo que parece, ya que se sabe que estas series de EEUU siempre dejan cabos sueltos.
Y todo este maléfico plan es para que Caroll pueda completar su última novela de asesinatos, ya que además de maestro era escritor. Un escritor fanático de Edgar Allan Poe, por cierto. Y Hardy siempre baila a su son mientras intenta desesperadamente que acabe el pánico en todo Estados Unidos debido a la ola de violencia y asesinatos que produce la secta de Caroll.
Ojo… que en el último episodio y cuando parecía que todo había acabado… Otra mujer de la secta de Caroll (una de las últimas novias que tuvo Hardy), aparece en su casa, le acuchilla y mata a Claire. Y así acaba esta primera temporada. ¿Qué ocurrirá en la segunda? Antes de finales de año lo sabremos.