Aunque somos de la opinión de que más vale solucionar las cosas en nuestro planeta que meterse en otros berenjenales como viajar hacia otros planetas, si es que hay alguno que se adaptara a nuestro organismo propio, el tema del viaje a las estrellas es algo que todavía queda bastante lejos de la realidad científica.
El viejo sueño de viajar por las estrellas y los confines del espacio requiere una tecnología totalmente diferente a la que se tiene ahora, sin duda. El típico motor de explosión no sirve, ya que para por ejemplo viajar a Marte se requieren más de 6 meses en llegar a las más altas velocidades que se pueden registrar por ahora del ser humano y sus naves espaciales, con lo que ir a la otra parte de la Galaxia Via Lactea, por decir un ejemplo, supondría siglos de espera. Es decir, se requiere otro tipo de combustible, otro tipo de motor.
Un ejemplo: la estrella mas cerca a la Tierra: Alpha Centauri, que se halla relativamente muy cerca, a 4,3 años luz, cantidad de distancia muy cercana, según términos astronómicos. El mejor cohete que se pudiera fabricar tardaría 50.000 años en llegar. Evidentemente, el astronauta que llegara no solo estaría muerto, sino que toda su generación y posteriores y posteriores y posteriores generaciones estarían desaparecidos en el tiempo, incluso la misma civilización humana tal como la conocemos. Pero es más… tampoco hay tecnología suficiente para siquiera enviar una sonda de exploración, sin tripulantes ni nada, allí mismo. Un gran problema.
Como mucho el adelanto más adelantado, valga la redundancia, con el tema de las distancias estelares es un proyecto que se llama Orión, que ha creado un tipo de motor llamado de pulso, con un combustible especial, que tardaría 1 siglo en llegar a Alpha Centauri, pero aún así, un siglo es un siglo. Con lo que, tenemos el problema de las enormes distancias.
Las películas de ciencia-ficción dicen que sus naves van a más allá de la velocidad de la luz, aunque esto fisicamente es imposible, por que se considera el techo máximo de velocidad; por ello los científicos se plantean el «hiperespacio», es decir, el «doblar» el espacio mediante agujeros de gusano para ir de un punto A a un punto B atravesando el espacio «doblado» y así no tener que viajar todas esas tremendas distancias: para que lo entendamos, un Stargate en toda regla.
¿Se puede hacer eso físicamente? Según la teoría de la relatividad de Einstein, sí, pero la tecnología es ahora mismo imposible e impensable. Por eso, si queremos viajar a las estrellas, como mucho tenemos el telescopio Hubble en el mismo espacio que nos enseña imágenes del espacio profundo que solo antes se podía soñar. Eso, o leer los comics de Estela Plateada, que para dicho superhéroe le es muy fácil surcar todo el Universo conocido.